Azúcar en la sangre
Las dietas ricas en proteínas y bajas en carbohidratos pueden promover la pérdida de peso al cambiar el combustible de carbohidratos a grasas, cuando los carbohidratos no están en la dieta. Un estudio australiano mostró que el cuerpo puede convertir los aminoácidos en carbohidratos en el hígado mediante un proceso llamado gluconeogénesis. Investigadores compararon el azúcar en sangre y los niveles grasa en hombres que siguieron una dieta de hambre de tres días; una dieta rica en proteínas por tres días; una dieta baja en carbohidratos; o una dieta combinada por tres días. El azúcar en sangre disminuyó y las grasas en sangre aumentaron durante la dieta de hambre, pero no se modificó durante las dietas ricas en proteínas, bajas en carbohidratos o combinadas. Los aminoácidos de las proteínas pueden convertirse a carbohidratos en el hígado cuando los carbohidratos no están en la dieta. Las dietas ricas en proteínas probablemente fomenten la pérdida de peso al prevenir el hambre y restringir el consumo de alimentos ricos en carbohidratos y/o grasas.
(Muscular Development - Mayo, junio 2011)
Es por ésto que siempre recomendamos que a la hora de empezar un plan de perdida de peso, cuando su elección es un quemador de grasas, acompañarlo con una proteína. No solamente te va a dar una mano extra a la hora de evitar los "atracones" a media mañana y/o tarde; si no que también, no va a permitir que el quemador actúe sobre el músculo y va a ser una gran ayuda a la hora de marcar.
No olvidemos tampoco que si tu elección fué un quemador de grasas, acompañarlo con una proteína es la opción más sabia, ya que seguramente estés siguiendo una dieta y no estés ingiriendo todo lo que tu cuerpo necesita para una buena recuperación y una disminución de peso correcta.
¿TRES COMIDAS POR DÍA?
Muchos expertos en la pérdida de peso y clínicas recomiendan comer varias comidas pequeñas durante el día para fomentar la pérdida de peso.
Teóricamente, comer de forma frecuente aumenta el índice metabólico, reduce el hambre, mejora el control de azúcar en sangre, y elimina grasa corporal. Investigadores de la Universidad de Missouri estudiaron los efectos de comer de forma frecuente (ingiriendo 3 comidas por día como estándar) sobre el apetito, consumo de energía, y hormonas que afectan el apetito y el índice metabólico. Comer de forma frecuente no produjo efecto alguno en las variables. Sin embargo, comer menos de tres comidas por día aumentó el apetito y el consumo de comida. Tres comidas por día son óptimas para controlar el apetito y la pérdida de peso.
(Jounal of Nutrition, publicado online 1º de diciembre 2010)
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